jueves, 16 de mayo de 2013

Joder... puto despertador, ya son las 6.
 Recuerdo que fue mi primer pensamiento aquella mañana. Recuerdo que me levante y al ducharme sentí que el agua tardaba mucho en salir caliente, se acabo la bombona... parece que hasta el día 10 que cobre no volverá a haber agua caliente en casa.

Cogí el tren hacia Valencia de las 7:05, entre, puse en marcha mi MP4 y puse algo de La Raíz  Estaba en uno de esos asientos a los laterales del tren que estas de cara con el de enfrente, que con suerte no te toca a una vieja que no deja de mirar tu pelo azul, tus pircings y tus dilataciones, estaba vació  aun era demasiado temprano.

Me puse a mirar el suelo, iba pensando en el largo día que me esperaba... en cada parada sentía como iba subiendo mas y mas gente. Se que a mi lado se sentó alguien, una chica, intuí, por su colonia. Dos paradas mas tarde levante la cabeza, justo en el asiento de enfrente estaba ella. Sus ojos eran una mezcla entre color verde y marrón  fueron lo primero que divise. Tenia una piel blanca como la nieve. No pude dejar de mirarla, no voy a negar, que no me sentí atraigo por sus atributos de mujer. Intuí que la adolescente de mi lado, que no pasaría de los 16 años, era lesbiana o sentía envidia hacia esa chica, creo que su mirada de deseo hacia ella superaba a la mía.

No podía dejar de mirarla. Intentaba dejar de mirarla para que no se diera cuenta, pero no lo lograba una y otra vez volvía a sus ojos y a sus... A la cuarta o quinta vez se dio cuenta y sonrió mientras giraba la cabeza, tuve el impulso de sonreír yo tan bien, pero lo asfixie al pensar que podía quedar como un gilipollas.

Yo tenia que bajar en Valencia, ella se bajo dos paradas antes, me partió el pensar en la posibilidad de que nunca jamas volvería a verla. Así que un segundo antes de que se cerraran las puestas salí, no era mi parada, hoy llegaría tarde a trabajar y como estaban las cosas quizá, cabía la posibilidad de que entre los nuevos despidos estuviera mi nombre. Si me despedían lo mas seguro es que hubiera tenido que volver a casa de mi madre, a aguantar sus gritos y que era un fracasado, pero en ese instante, en lo único que pensé fue en seguir a aquella chica. Pronuncié un "Perdona", sonó mas alto de lo que había querido que sonara, se giro mas gente a parte de ella, al ver que la miraba a ella los demás se volvieron a perder en el bullicio en el que caminaba. Ella me miro, se toco los bolsillos diciendo:
-¿Que me he dejado?
-Nada
-Entonces que quieres -empezaba a ponerse borde.
-¿Puedo invitarte a algo?
-Joder...
-Lo siento...

Me alejaba de ella, lo mas rápido que podía  quería que la tierra se me tragase, apretaba mis parpados con mas fuerza que nunca y sentí que me había puesto mas rojo que en toda mi vida.

-Espera
-¿Que? -ahora el que parecía borde era yo, sin ni siquiera pretenderlo.
-Lo siento, ayer tuve un mal día, bueno en general una mala semana... y... sigue en pie tu oferta?
Yo sonreí, intenté que fuera para mis adentros, pero no pude contenerla. Al cabo de 5 minutos entrabamos en un bar próximo. Ella pidió una taza de café solo y bien cargado, como no, las chicas que valen la pena toman café. Yo pedí lo mismo

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