martes, 31 de enero de 2012

Somos la generación que puede cambiar el mundo y somos tan capullos...

Nacido en la época Nixon, me crié en el infierno. El ultimo en nacer el primero en correr. Soy de la generación cero. Nunca lo fui un héroe de clase obrera. Una vez me perdí y nunca me llegué a encontrar. Me hicieron de veneno y sangre. Comprendí que estaba condenado. Vidiojuegos  sobre las torres caídas. La seguridad de la patria nos puede costar la vida a todos. Somos los gritos de la generación del 13, nacido en la era de la humildad. Somos los desesperados de esta crisis causada por los bastardos de 1969. No tengo nombre, soy el hijo perdido del 4 de julio. Criado en la era de los héroes y los estafadores. Soy una nación, un trabajador de orgullo, mi deuda con el status quo. Las cicatrices de mis manos es todo lo que tengo para demostrarlo. Me tragué mi orgullo y reprimí mi fe. He dado mi corazón y mi alma. Me he roto los dedos y he mentido a través de mis dientes. Estuve en el borde y lance el ramos de flores a la tumba. Me senté en la sala de espera perdiendo el tiempo y esperando el día del juicio final. Alabo la libertad, la libertadad de obedecer. Una nación que me ahoga.


No hay comentarios:

Publicar un comentario